La Ley de la Segunda Oportunidad (LSO) es un mecanismo legal que permite a particulares y autónomos renegociar el pago de la totalidad de sus deudas, llegando incluso a eliminarlas por completo o de forma parcial, si no pudiera hacer frente a las mismas.
La Ley 25/2015, de 28 de julio de Segunda Oportunidad, contempla un mecanismo para que la persona física que acumule deudas, ya sea como empresaria o como consumidor, pueda negociar nuevas condiciones con sus acreedores y, en última instancia, lograr una exoneración de sus deudas que le permita empezar de cero, a través del Beneficio de Exoneración del Pasivo Insatisfecho o BEPI.
La Ley de Segunda Oportunidad (LSO) establece una serie de requisitos para que los particulares y autónomos que lo deseen, puedan acogerse a la misma. Todos ellos tienen como objetivo principal, probar la buena fe del deudor. Los requisitos previstos en la Ley son:
El deudor podrá eliminar hasta el 100 % de sus deudas, si el procedimiento concluye con el Beneficio de Exoneración del Pasivo Insatisfecho. Respecto a las deudas contraídas con Hacienda y Seguridad Social, los Juzgados discrepan en cuanto al porcentaje de exoneración, debido a una Sentencia del Tribunal Supremo de 2 de julio de 2019, que dictaba la inclusión de los créditos públicos en la Ley de Segunda Oportunidad.
Esta sentencia dicta un fallo que permite a los tribunales la exoneración de un porcentaje que puede ascender a más del 70% de las deudas contraídas con Agencia Tributaria y la Seguridad Social en determinados casos, así como la ordenación, limitación y cuantificación de los pagos resto de las deudas.
Esta medida va dirigida a los autónomos y particulares que se encuentran en una situación de bloqueo económico o sobreendeudamiento, debido a las deudas que no han podido saldar. Hasta ahora, únicamente las empresas podían declararse en situación de bancarrota.
En Legal Banking consideramos que la Ley Segunda Oportunidad es la ley más importante de nuestro país después de la Constitución Española.
Lo beneficios que puedes obtener gracias a la Ley son claros:
Gracias a la aplicación de la Ley de la Segunda Oportunidad para particulares, aquellos que han fracasado en sus finanzas no deberán afrontar las deudas mediante su patrimonio presente y futuro (vivienda, vehículos, nóminas, etc.)
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En la Ley de Segunda Oportunidad (LSO) existen dos fases, claramente diferenciadas. La primera de ellas, extrajudicial, comenzaría con un el estudio de la viabilidad económica del deudor, con la que se daría comienzo a una mediación con sus acreedores para tratar de alcanzar un Acuerdo Extrajudicial de Pagos. Posteriormente, tendría lugar la fase concursal en la que el Juez puede conceder el Beneficio de Exoneración del Pasivo Insatisfecho al deudor y eliminar así, hasta el 100% de sus deudas.
El Beneficio de Exoneración del Pasivo Insatisfecho (BEPI) permite al deudor de “buena fe” acogido a la Ley de Segunda Oportunidad, extinguir por completo las deudas contraídas con anterioridad al concurso, con la salvedad de aquellas deudas contraídas con Hacienda y Seguridad Social.
Para que el deudor de “buena fe”, acogido a la Ley de Segunda Oportunidad, pueda cancelar todas sus deudas a través del BEPI, debe cumplir los siguientes requisitos:
